sábado, 27 de julio de 2013

Como el agua..

Poseer verdadera fuerza es poseer capacidad de ceder, de cambiar de curso, en caso necesario debes ser como el agua.
Existen pocos elementos tan flexibles como ella. Suave y dócil, es tal su fuerza que prevalece por sobre la roca más dura o el acero más fuerte.
El agua gira y modifica su rumbo, fluye alrededor de todo, por encime, por debajo, cambiando libremente de dirección.
No hay nada que el agua no pueda vencer y, a pesar de esto, su esencia es ceder.
El agua tiene el poder implacable de transformar y reestructurar todo lo que encuentra en su camino. Poseemos la capacidad de enfrentar obstáculos inesperados con la corriente consciente y transformar así el peligro, los problemas, y los desafíos en oportunidades y la derrota, en victoria.
Un río no tiene forma está contenido sólo por los limites que él mismo va creando. Somos como el río.
Podemos vencer los limites que nos quieren poner, fluir hacia la felicidad y ceder, ceder en beneficio de quien amamos.
Ceder por amor.

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