martes, 29 de marzo de 2011

Del adíos.


Te dejo con tu vida,
tu trabajo, tu gente,
con tus puestas de sol y tus amaneceres,
sembrando tus confianzas te dejo junto al mundo
derrotando imposibles, seguro sin seguro,
te dejo frente al mar descifrándote a solas,
sin mi pregunta a ciegas,
sin mi respuesta rota,
te dejo sin mis dudas pobres y malheridas,
sin mis inmadureces, sin mi veteranía.
Pero tampoco creas a pies juntilla todo,
no creas, nunca creas este falso abandono,
estaré donde menos lo esperes
por ejemplo en un árbol añoso de oscuros cabeceos,
estaré en un lejano horizonte sin horas,
en la huella del tacto en tu sombra y mi sombra.
Estaré repartida en cuatro o cinco chicas
de esas que tu mirás y enseguida te siguen,
y ojála pueda estar de tu sueño en la red,
esperando tus ojos y mirándote.

(Adaptación en femenino del poema de Mario Benedetti)

domingo, 27 de marzo de 2011

Namaste.

El gesto y su simbolismo:

Al pronunciar "Namasté" se llevan las palmas abiertas juntas, normalmente ante el pecho debajo de la barbilla, debajo de la nariz, o sobre la cabeza.
Como cualquier otro gesto es considerado un "mudra"(gesto o posición simbolica de las manos difundida en las religiones orientales).

Connotaciones esotericas de la postura:

En el Hinduismo, la palma derecha representa la planta de los pies de la divinidad suprema, y la palma izquierda representa la cabeza del devoto.
La persona que hace el gesto de unir las dos manos elimina sus diferencias con la persona a la que revencia, y se conecta con ella.
La mano derecha representa la naturaleza más alta, la espiritual, mientras que la mano izquierda representa el ego mundano.
La inclinación de la cabeza es una indicación simbólica de respeto.

Significado:

"Yo saludo a la luz de la divinidad suprema que está en ti.
De hecho, significa que la luz divina en mí, saluda a la luz divina en tí.
Pero tú sabes que no hay ninguna diferencia entra la luz que está en mi y la luz que está en ti. Ya que los saludos solo se realizan entre dos entidades separadas, para nosotros sería mejor no hablar de saludos, si no decir que la luz divina en nosotros celebra su presencia eternamente en nuestros corazónes."

Según Dojen Zenji :
"Con tal que de que haya verdadera reverencia, el sendero de Buda no decaerá."

miércoles, 23 de marzo de 2011

Responsabilidad.


La responsabilidad y la conciencia son inseparables,
no existe verdadera conciencia sin responsabilidad,
y viceversa, no existe responsabilidad sin conciencia.
La responsabilidad tiene que ver con la libertad
o autonomía del individuo, así como su capacidad
de comprometerse consigo mismo y con otros,
hasta el punto de responder por sus acciones.
"El responsable es aquel que responde por sus actos,
se hace cargo de sus consecuencias y aprende de ellas.
Es aprender a asumir retos y sacarlos adelante,
aprendiendo de los errores."
Tenemos un compromiso y una responsabilidad con nuestro mundo,
con sus seres, con nosotros y los demás.


sábado, 19 de marzo de 2011

Lamento...

Esa era una noche especial. Lo notaba en el aire
Lo sentía en la sangre.
Grises nubes se movían en lo alto, mecidas por un suave viento.
Todo alrededor permanecía en silencio... el silencio que tantas otras veces parecia estallar en sus oidos. Precavido, prudente, observando todo cuanto sucedia, cada sombra, cada movimiento.
El sendero que subia estaba estaba bien marcado en el terreno, durante largo tiempo transitado.
Siguiéndolo se llega a lo alto de una loma quebrada, salpicada de desnudos arboles, viejos testigos de hechos pasados.
Empezó a recorrerlo, con calma, lentamente.
Ningún camino es fácil. Tampoco este.
A mayor altura existía un recodo desde el que se divisaba la amplia llanura situada a los pies de la montaña.
Solía detenerse siempre y divisar el horizonte, en esa ocasión borroso por una neblina que caía sobre todo cuanto podía alcanzar a ver.
En ese atardecer sombrío algo a lo lejos le llamó la atención.
Observó, con sus ojos acostumbrados a la oscuridad, el movimiento ràpido entre la bruma de varias figuras, apenas sombras en la distancia, como fantasmas en una noche cerrada. No les dio importancia. Sabía quienes eran y conocía sus propòsitos.
Por suerte, donde se encontraba estaba a solas, alejado de influencias nada deseables.
De hecho, llevaba tiempo solo, y algo había nacido en su interior que le hacía intuir cuando no era así.
La llegada a la cima, era al igual que la noche, especial.
Similar y distinta cada vez.
Una brisa calmada le recibía, un juego de luces y sombras ambiantes lo envolvía mientras andaba entre los árboles y se dirigía al pequeño claro situado en el punto más alto.
Era ese un lugar al que seguía volviendo cada cierto tiempo, aun cuando casi nada cambiaba en el visita tras visita.
Al llegar, levantaba por primera vez en toda la subida su mirada.
Y allí estaba ella, cada una de esas noches. Tan bella como distante.
Tan hermosa como lejana.
Tan deseada como inalcanzable. Tan sola.
En esos momentos, poco más necesitaba que su propia soledad... y su brillante compañía.
Y, alentado por su atracción, repetía siempre el mismo ritual, que a muchos estremecía...
Cerraba los ojos, bajaba la cabeza y , tras concentrarse, lentamente la subía, alzando su voz y aullando un lamento nacido del alma...
El lamento de un lobo.

jueves, 17 de marzo de 2011

Mujer.


Una mujer es de sol, de luna, de cenizas...
No sabe medir la distancia, ni dimensiona bien las cosas.
El presente a veces se le vuelve pasado tan vertiginosamente... que necesita hablarlo y afirmarlo para que se haga tangiblemente realidad.
De ella nace todo... y no le pertenece nada.
Una mujer es una guerrera que cuida el fuego y guarda los recuerdos.
Nunca ha tenido algo completamente. Hasta su cuerpo es una duda que sangra cada mes, dejando huir un sueño o un temor o una esperanza...
Una mujer es dudas, temores e inseguridades, por eso necesita que le digan todas las palabras de amor.
Que se las repitan una y otra vez,así, al desvanecerse el primer sonido otro nuevo sonido se las entregue, enteras.
Una mujer casi nunca está entera.
Fue haciéndose de a poquititos y también se morirá de a poquititos.
Una mujer muchas veces está expuesta y casi siempre en carne viva, cicatrizando, tapándose las heridas para que no le hechen vinagre sobre ellas.
Una mujer, aun derrotada, deshecha, arremete igual.
Vuelve a empezar.
Y repite las mismas preguntas, una vez, mil veces, un millón de veces, aunque la respuesta no sea la buscada, la esperada, la necesitada, la que la resucite o la haga brillar como luciérnaga emergida de césped mojado del verano.
Y seguirá preguntando incansablemente, insaciablemente.
Aunque conosca la respuesta, aunque lo sepa, porque necesita que le den seguridad, porque necesita que esas palabras traspasen miedos, dudas, inseguridades.
Seguirá preguntando :
"¿Me amas?"... "¿Me amas?"... "¿Me amas?".

viernes, 11 de marzo de 2011


Palabras y más palabras...
La luna llora lágrimas de plata ...
Con solo una palabras puedes destruir mi mundo.
Con solo una palabra puedes reconstruirlo y una vez más...
una vez más derrumbarlo sin piedad.

lunes, 7 de marzo de 2011

Noche magica. (Las meigas)


Las meigas semi desnudas esperaban impacientes la salida de la luna, aquella noche era la consagración, los sonidos de la noche parecían espectantes, los animales parecían alerta...
Pensativas, se mesclan deseos, anhelos con los sonidos de gaitas y tambores, que harán a las meigas danzar en honor a la Luna.
No hay demonios, no hay maldad como se susurra y se les ha enseñado a los pequeños en las noches como cuentos de espantos.
La luna se perfila ya, y el sonido aumenta, los corazones laten con más rapidez, el momento se acerca, los vestidos de gasa fina se balancearan, como pétalos flotando.
El viento se hace presente también, ningún elemento se quiere perder esta danza, esta mágica escena que se repite de manera ancestral, las nubes se van formando, y la tierra retumba con los sonidos de la musica y el movimiento de los pies impacientes.
La hoguera esta crepitando, las llamas rojas, amarillas, anaranjadas, también danzan, se elevan y descienden, invitan a danzar...
Y allí la luna las llama... y las meigas sonriendo salen a ofrecer su danza, sus cuerpos armoniosos se mueven hasta el centro del claro.
Gaitas y tambores, las meigas semi desnudas balancean sus cuerpos sin despegar sus pies de la tierra, y la energía de la tierra invade sus cuerpos y eleva sus almas...
Necesitan comulgar con los demás elementos, necesitan fuego, agua, aire.
Y están presentes... el aire, el viento que acaricia los cuerpos semi desnudos, que arranca suspiros, y les invita a moverse más y elevar sus brazos tratando de alcanzar a la luna...
Los elementos también se hacen participes, y entre sonrisas y sonrisas las meigas saben que serán recompensadas con conocimientos de la naturaleza y se abrazaran a su diosa la luna, y podrán ayudar a los demás, incluso en silencio, sin que nadie se entere... ese es su destino, ser, sin ser...
Siguen su danza... y la luna parece brillar con más fuerza, algunos animalitos observan embelesadas esos movimientos, sensuales e inocentes a la vez...
Y no se entiende, donde ven la maldad esos que desconocen del tema... tal vez de aquellas que usaron mal el conocimiento aprendido, unas pocas que hacen la diferencia... que dañan todo el esfuerzo de aquellas que buscan el bien para todos.
Solo falta que el agua se haga presente y como convocada magicamente, las nubes cargadas de gotitas se derraman sobre los cuerpos que danzan...
Ellas saltan a través del fuego de la hoguera... Fuego, aire, tierra, agua...
Hasta los lobos con su aullo saludan a la luna... Noche mágica...
Noche, reino de ella, la diosa Luna.
La lluvia fina empapa los cuerpos, y sonrìen, la luna brilla con más fuerza acariciando a sus hijas con sus rayos de plata.
Agua, aire, tierra, fuego... la naturaleza misma y todo en su honor.
Las meigas han ofrecido su danza en honor.
Y la luna derrama sus rayos mientras las ve marcharse, cada una a su lugar, cada una a su labor...
Ha terminado la noche, y la luna se despide mientras ve como se asoma el sol... compañero de los hombres.

martes, 1 de marzo de 2011

Lobo.


En una noche oscura, esperaba, esperaba impaciente a su amada secreta, oculta en su pecho como grabada a fuego que deja su marca a rojo vivo.
Tan presente y lejana, tan infinitamente bella y misteriosa, que no osaba entenderla, ni tan siquiera hablarle, tan solo contemplarla...
Su fuerza radicaba en ese acto, en esa dulzura amarga de amar sin ser correspondido y en su mirada, puñaladas frías que hielan las almas de cobardes mortales.
Lobo feroz y orgulloso de su linaje noble, de raza de valientes, intrépido en su bosque de verdes.
¿Cuántas veces habría recorrido esos lugares tan hermosos?,
no hubo quien las contase.
¿Cuántas veces espero sin alivio de la noche su llegada?,
tampoco se contaron.
Parecía no obstante hoy más tranquilo que nunca y más furioso a la vez.
El tiempo no es eterno, el tiempo no existe, pero pasa, o pasamos o las cosas transcurren sin otra alternativa más que dejarlas suceder.
Las nubes eran densas, eso le molestaba, le hacia temer el peor de los casos, que su presencia hermosa no fuera divisada por sus ojos ansiosos de poder verla y admirarla.
El río cristalino de ligeras aguas hoy fluìan como sin tener prisas, y a su paso dejaban risas de cascabel, invitaban con su canto a el lobo a acercarse a su orilla.
¡ Oh cuanto dolor sentía !, cuan poco le quedaba para gustar la muerte que a toda vida llega, más no era su pena dejar su corta vida, sino no haber pronunciado las palabras, aquellas escondidas...
Ella tardaba, ¿acaso hoy no vendría?.
El corazón se queda inmóvil, el aliento se hace casi imperceptible, como pretendiendo detener a el que sin piedad alguna no para ni un instante y sigue, y sigue... el tiempo.
La oscuridad se abría camino y ganaba la batalla con la luz, también pretendía ganas los ojos del del lobo y hacer que los cerrase para encontrarse con ella, pero en honor a su adjetivo más pronunciado por los hombres, la ferocidad con la que luchaba era enorme.
Una brisa muy suave acunaba su alma que ya casi dormía pero aún antes de que llegue el sueño eterno ha de gozar de una noche con ella, de una última mirada.
Aquella tarde los disparos sonaron como nunca antes lo hicieron. El hombre, otra vez el hombre y su imperdonable orgullo necio con sus actos de crueldad destruye, mata, arrasa por donde sus pies pisan, la cacería comenzó de madrugada, bien temprano, los caballos al galope corrían al ritmo que sus dueños les marcaban, sonidos, perros que ladran, Tiemblan las flores que crecen en los senderos de ese bosque, su bosque.
El nacíó allí, único macho de una camada de cuatro lobeznos,fuerte, valiente, desde bien pequeño aprendió a sobrevivir bajo el cuidado de su madre, y pronto fue de los primeros en unirse a las partidas de caza para buscar alimento en la manada.
Su caza era instinto de supervivencia, la caza del hombre, diversión.
Sus patas volaban como el viento, corría en busca de refugio pero el disparo le alcanzo en un costado y lentamente, aunque ninguno de los hombres lo encontró, ni pudo hallar su rastro, él fue perdiendo su sangre y con ella su vida.
Le quedaba muy poco aliento ya, ¿tal vez, unas horas...?
Quizás no tanto, ¿acaso unos minutos más?...
Y otra vez su enemigo, el tiempo, odioso tiempo al que jamás le ganamos la partida.
Nos vence siempre irremediablemente.
El manto de la noche se rasgó como velo de seda que es atravesado por un fino cuchillo, y deslumbrante, enloquecedoramente hermosa, asoma su palidez y se refleja en las aguas del río su belleza.
¡ Oh luna !
Amada por poetas, por dioses, y mortales.
¿Porque es tan triste tu mirada de luz?
El lobo, abrió sus ojos cuanto pudo luchando poderoso con la muerte,mordiéndole al viento de la noche, aullando nuevamente para ella y gritando por ,a su manera, cuanto la amaba.
Te amo bella luna, son estas por fin mis últimas palabras.
Y tendido sobre el rojizo suelo dejo allí su cuerpo y entregó a su Dios su alma.
Alma que voló tan alto que alcanzó el cielo y pudo besar así a su amada, para luego seguir con su camino, para por fin hallar la paz que tanto ansiaba.
Así sucede siempre.
Para irse en paz dejo brotar de si esas palabras mágicas: te amo... te amo.
Ni bestias, ni mortales debieran de callarlas, por que dejar el mundo sin nunca pronunciarlas, es dejar una vida vacía de esperanzas...
Su vida fue muy breve, más su amor tan intenso que lleno su existencia de luz tibia y clara.
La amó, y eso es lo bello.